En un penalty el portero siempre piensa que la portería es grande y el lanzador que es pequeña. El objetivo, desde el punto de vista de la preparación del portero, debe ser que a los dos les parezca lo más pequeña posible.
Para ello nos podemos refugiar en la psicología y en el gesto del portero. En este artículo me voy a centrar en el segundo caso, y más adelante publicaré uno con el aspecto psicológico.
Durante mis juegos como portero he tenido varias tandas de penalty en las que he podido comprobar como varios lanzadores lanzaban balones fuera debido a la desconcentración. Para ello el portero debe saber gesticular y moverse para que el delantero tenga la mente lo más nublada posible.
El portero solo se puede mover en dos dimensiones (alto y ancho), no pudiendo avanzar hacia delante.
Por tanto debemos jugar con estas variables:
- Cuerpo: debemos tener consciencia de que nuestro cuerpo sirve para moverse y que esos movimientos distraen al lanzador.
- Movimiento horizontal: hasta hace poco el portero no se podía mover encima de la linea, debía estar quieto, pero la eliminación de dicha regla da ventaja al portero, ya que el delantero puede ver como el lado al que ha decidido lanzar está cubierto antes del chut.
- Movimiento vertical: el portero puede saltar, agacharse e incluso ponerse de cuclillas ante un lanzamiento.
También recomiendo en ocasiones distraer al tirador amarrándonos los tacos, o en dado caso componernos los guantes, esto ara una pequeña perdida de tiempo y por ende que el delantero este aun mas nervioso, aunque esto no significa que atajaremos, pero si distraeremos al tirador.
Pero siempre teniendo en cuenta no perder demasiado tiempo, por que el arbitro podría amonestarnos
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