En el ámbito del fútbol siempre se ha rotulado al arquero como un puesto difícil que en muchas ocasiones ha sido revestido como genios o "locos". Y en el fondo algo de razón hay, ya que, verdaderamente se trata de un puesto distinto, especial, que presenta características muy particulares al interior de un equipo deportivo.
¿Qué particularidades los hace diferenciarse de sus compañeros?
Primero que todo saltan a la cancha con una vestimenta distinta al resto de sus compañeros. Y más aún, la mayoría de los arqueros hasta diseñan su propia indumentaria, sino basta recordar al arquero mexicano Campos que se encargaba personalmente de diseñar su camiseta.
Un segundo elemento diferenciador es su movilidad en el campo de juego. Aún cuando a veces se les observa subiendo hasta el área rival, es poco usual que transiten libremente por ella. Otro detalle: juegan con las manos en un deporte en el que sólo se utilizan los pies.
En términos de su entrenamiento, en general, requieren desarrollar habilidades distintas, ya que, técnicamente necesitan "entrenar las manos" y físicamente no necesitan tanta resistencia como el resto de los jugadores. De hecho normalmente hacen el calentamiento previo separado del grupo.
Por otra parte el entrenador generalmente comienza armando su equipo desde atrás, y lo hace precisamente desde el arco, por ello es considerado una pieza fundamental en el andamiaje de un equipo. Y debido a esto la suplencia es sumamente difícil. Un jugador de campo puede encontrar otra ubicación donde jugar, el arquero no.
Al juntar todas estas características mencionadas sacamos la conclusión que se trata de un jugador diferente y sumamente expuesto, tanto física, táctica y psicológicamente.
Esta exposición muchas veces trasunta el ámbito futbolístico. Basta recordar en Chile casos como el de Manuel Araya, conocido por sus constantes "locuras" (que fue seguido en cierto modo por Andrés Romero), o casos más dramáticos como los incidentes que ocasionó hace algún tiempo Carlos Tejas o el mismo Roberto Rojas con el bullado tema de la bengala en el Maracaná.
Hoy, en Argentina estos hechos se repiten con Gastón Sessa debido al bochornoso acto de violencia que cometió en contra de un delantero rival.
Sin duda que cada caso es distinto y los grados de "locura" se presentan indistintamente, algunos como parte de una verdadera patología psiquiátrica y otras como una simple personalidad distinta a la del resto.
CARACTERÍSTICAS PSICOLÓGICAS DEL PORTERO
El hecho de hacer el calentamiento previo separado del los restantes diez jugadores y utilizar una vestimenta distinta, marca una primera característica psicológica bien marcada: su aislamiento. Se trata de un puesto muy solitario porque su grado de interacción con compañeros durante un partido es baja, de hecho cuando su equipo hace un gol celebran solos.
Además desde el punto de vista psicológico es un puesto que requiere un gran desarrollo de la tolerancia a la frustración, principalmente porque en cada gol siempre se le atribuye un cierto porcentaje de culpabilidad, a pesar de que en ocasiones no la tiene. Un hecho indesmentible es cuando el equipo pierde: normalmente se le culpa al arquero por lo goles que le hicieron y no a los delanteros que erraron goles. Por lo tanto este jugador necesita tener fortaleza mental para soportar gritos, comentarios y cánticos especialmente elaborados por las barras para insultarlos.
La introspección es otra característica que naturalmente desarrollan, ya que, no conversan mucho con sus compañeros, y cuando lo hacen son frases cortas y precisas (ordenar una barrera, ubicar un defensa, gritar, etc.). Un arquero debe tener un alto grado de concentración, ya que, en general, es quién tiene contactos más esporádicos con el balón y su error puede costar caro. Y por sobre todas las cosas debe poseer una rapidez en la toma de decisiones más aún cuando se convierte en el "iniciador" del ataque de su equipo.
Características como la soledad del puesto, la auto exigencia y la presión tanto externa como interna, son las causantes de dar rienda suelta a las problemáticas que hemos observado fuera de la cancha, y debido a ello son jugadores que deben tener un trabajo psicológico especial.
"…a veces cuando sentía los gritos de la Garra Blanca o de Los de Abajo detrás de mi arco, me alentaba a jugar mejor, la presión era mayor, pero a mí me gustaba jugar con mayor presión, mi rendimiento aumentaba….".
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